¡Hola! Hoy quiero hablarte de un par de fuerzas fundamentales que, como futuros padres, tienen el potencial de marcar la vida de tu bebé desde tu embarazo: la imitación y la admiración. Sí, aunque suene sorprendente, tu funcionamiento y la manera cómo te enfrentas a la vida ahora, tendrá un impacto en cómo tu bebé lo hará más adelante. Pero, ¿cómo funcionan estos conceptos y cómo puedes llevarlos a la práctica en tu día a día? Veamos.
La imitación: un aprendizaje profundo y natural
Es muy habitual que reflexionemos sobre cómo aprenderán nuestras criaturas a hacer cosas como caminar, hablar, comer por sí mismos, y un sinfín de habilidades que requieren para desenvolverse en la vida. Sin embargo, la respuesta es más sencilla de lo que parece: aprenden a través de la imitación.
La imitación se puede entender como el espejo de tu bebé donde refleja sus comportamientos. Si estás relajado, tu bebé se sentirá relajado. Si estás estresado, tu bebé también lo estará. Es como un baile sincronizado en donde tú, al llevar la batuta, marcas el ritmo. Además, mediante la imitación, los pequeños asimilan modelos conductuales, emocionales y cognitivos.
La admiración: la fuente del respeto y la seguridad
La admiración, por otra parte, es la fuerza que les permite aceptar y acoger la guía de alguien. ¿Recuerdas a alguien que te inspiró durante tu embarazo? Podemos llamar a esta persona una figura de autoridad, alguien a quien admiras y que se convierte en un ejemplo a seguir. La admiración nos permite aprender de los demás, sintiendo seguridad y respeto, dos componentes esenciales para crecer sanamente.
Guía, no autoridad
Uno de los errores más comunes radica en tratar de adoptar un rol de autoridad en lugar de guía, utilizando nuestro poder para imponer en lugar de enseñar. Pero es importante recordar que la verdadera autoridad se basa en el ejemplo: mostramos en vez de dictar; inspiramos en lugar de obligar. Es importante mostrarnos como pacientes, amorosos y dispuestos a aprender en cada experiencia, trasmitiendo a nuestro bebé que cada dificultad es en realidad una oportunidad de crecimiento.
Pequeños pasos para convertirte en un guía
Aquí te dejo unos consejos prácticos:
- Medita: tomarse un tiempo para conectar con tu futuro bebé. Trata de visualizarlo y sentir su presencia. Esta práctica te ayudará a fortalecer el vínculo desde la concepción.
- Expresarte: comparte tus expectativas, ilusiones, incluso tus miedos. El diálogo te permitirá aliviar tus preocupaciones y a la vez madurar tus emociones.
- Ejemplo: recuerda, tu bebé aprende observándote. Conviértete en la persona que te gustaría que sea tu hijo.
No olvides que el cambio siempre es posible y es resultado de pequeñas elecciones diarias. Cada paso que tomes en este maravilloso proceso de paternidad y maternidad está lleno de amor y crecimiento. ¡Estás haciendo un trabajo maravilloso!
Me gustaría que reflexiones: ¿Qué tipo de guía deseas ser para tu futuro hijo? ¿Qué puedes hacer hoy para convertirte en esa persona? Recuerda que cada pequeño paso cuenta y que cada acción construye la vida de este nuevo ser.
Te invito a seguir explorando conmigo sobre cómo aprovechar al máximo esta etapa. Si tienes alguna pregunta o un tema específico sobre el que te gustaría aprender más, no dudes en consultarlo conmigo. Estoy aquí para apoyarte en este hermoso camino hacia la maternidad y paternidad consciente. ¡Hasta la próxima!