Desarrollo físico a los 1 año: Logrando la postura erguida y primeros pasos
Hola, familia valiente! ¿Has notado cómo tu pequeño o pequeña de un año está impaciente por ponerse de pie y explorar el mundo con sus ojos curiosos? Es un gran momento de descubrimiento y logros, pues está aprendiendo a sostenerse firme y dar sus primeros pasos.
La postura erguida y los primeros pasos: Un sendero único
Cada niño o niña tiene su propio ritmo para aprender a andar, y no hay un modo 'correcto' o 'incorrecto' de hacerlo. Imagina que cada uno tiene su propia melodía y ritmo, ¡como un compositor de música! Un 'do, re, mi' maravilloso de desarrollo físico. Aunque todos los niños y niñas finalmente adquieren estas habilidades, cada uno lo hace a su propio ritmo y de su propia manera única.
¿Cómo puedo apoyar a mi hijo/a en su desarrollo físico?
Sé que como madre o padre, anhelas apoyar a tu hijo o hija de la mejor manera. Aquí te comparto algunos sencillos consejos que puedes practicar para alentar su desarrollo:
- Reducir el uso de andadores: Estos dispositivos pueden limitar la libertad de tu hijo o hija para explorar y aprender a partir de sus propios errores y aciertos.
- Jugar descalzo: Este hábito fortalece sus piecitos y mejora su equilibrio. No necesitamos zapatos para aprender a bailar la canción del crecimiento físico.
- Permite que aprendan a su ritmo: Muéstrales que estás allí para apoyarlos, pero recuerda respetar sus tiempos y dejar que aprendan por sí mismos.
¿Y si mi pequeño/a se cae con frecuencia? Don’t worry! Cada caída es una oportunidad para aprender y fortalecerse, como un maestro de kung-fu que entrena día tras día para incrementar su fuerza y habilidades.
El amor y la comprensión en primer lugar
Recuerda, el amor y la comprensión son lo que realmente cuenta cuando se trata del desarrollo de tu hijo o hija. Así, aunque pueda haber desafíos en este viaje de enseñar y aprender, recuerda que cada piedrecita en el camino está allí para ayudar a moldear a tu pequeño/a en su ascenso hacia su completo desarrollo físico.
Estás haciendo lo máximo, permitiéndote aprender y crecer junto a tu pequeño/a. Y entre caída y caída, tu amor y paciencia son el bálsamo que alivia y el empuje que motiva a seguir adelante.
Entonces, ¿cómo has apoyado a tu niño o niña en este hito de su desarrollo? ¿Cuáles son las estrategias que han trabajado mejor para ti? ¿Cuáles son los desafíos a los que te has enfrentado? ¿Te gustaría saber más sobre cómo apoyar mejor a tu hijo/a en esta u otras etapas? Estoy aquí para acompañarte y apoyar en lo que sea necesario. ¡Hablemos!