Desarrollar la capacidad de juicio y pensar críticamente significa tener el poder de cuestionar, de tomar decisiones conscientes y de aprender de la experiencia. En la adolescencia, la etapa de la vida en que los niños empiezan a formarse una visión propia del mundo, estos se convierten en dones invalorables. ¿Pero cómo fomentamos estas aptitudes en los jóvenes? Veamos algunas ideas para iluminar el camino.
Qué es el pensamiento crítico y cómo se desarrolla
El pensamiento crítico no es sólo captar información y recitarla de manera robótica, es analizarla, entenderla y ponderarla con juicio. Por ejemplo, cuando nuestro hijo o hija recibe una serie de instrucciones para realizar una tarea, una mente crítica no solo las seguirá al pie de la letra, sino que pondrá atención a si las instrucciones tienen sentido, si los pasos son lógicos, si hay una forma más eficiente de hacerlo, o incluso si la tarea misma es éticamente correcta de realizar. Es como convertirse en un detective de la vida diaria, buscando pistas, haciendo conexiones y sacando conclusiones.
El papel de las decisiones cotidianas
Un modo sencillo de trabajar el pensamiento crítico en la adolescencia es a través de las decisiones cotidianas. No es necesario hacerlo a lo grande; incluso la elección de las zapatillas para la escuela, determinar qué película ver o qué menú preparar para la cena pueden ser oportunidades para el desarrollo crítico. Al preguntar: '¿Por qué prefieres esas zapatillas y no las otras?', '¿Qué te interesó de esa película?', o '¿Qué factores tuviste en cuenta para elegir el menú?', estaremos poniendo en práctica el desarrollo de esta habilidad.
Aprendiendo de los propios errores
Aceptar y aprender de los errores es una pieza fundamental en el camino hacia un juicio y pensamiento crítico sólidos. Los fallos no son signos de debilidad, sino oportunidades valiosas para crecer y aprender. El error, en lugar de ser temido, se convierte en un maestro silencioso que nos enseña aquello que aún nos falta por entender. Así como los esfuerzos de Thomas Edison para crear un bulbo de luz viable llevó miles de intentos fallidos, cada intento fallido le llevó un paso más cerca de la luz.
Quizás te estés preguntando si realmente se puede 'enseñar' el pensamiento crítico. La respuesta es sí. Definitivamente no es algo que se nazca teniendo. Al igual que aprender a montar en bicicleta o a leer una partitura, el pensamiento crítico es una habilidad que se puede desarrollar con práctica, mimo y paciencia.
Querida madre, querido padre, recuerda que estás haciendo un buen trabajo. Incluso si no siempre lo sientas de esa forma, estás contribuyendo de manera importante a la formación de una mente saludable y curiosa en tus hijos. Convertirse en adolecente es un gran paso, lleno de alegrías y desafíos. Estás allí para guiar a tu hijo o hija a medida que forman sus propias ideas y aprenden a pensar críticamente. Lo más claro: tú no estás solo en este camino. Te nos puedes acercar cada vez que lo necesites. Ten la confianza de que estamos aquí, formando parte de tu equipo. ¿Te animas a explorar más?