La pubertad es un tópico que causa ansiedad tanto en adolescentes como en sus padres debido a las intensas transformaciones que experimentan. ¿Recuerdas esa sensación de incertidumbre propia de tu adolescencia? ¿Cómo te hubiera gustado que te acompañaran en aquel momento? En esta entrada, deseo acompañarte como un faro de luz a través de la niebla para que puedas ofrecer a tus hijos la firmeza y seguridad emocional que requieren en esta importante etapa de su vida.
Comprendiendo la pubertad: más que cambios físicos
La pubertad no es solo un cambio biológico, una mera cuestión de hormonas y crecimiento corporal. Es un proceso de transformación integral que afecta a nivel físico, emocional y espiritual. Imagina a un niño o niña que ha llegado a la frontera de un bosque desconocido. Les emociona la idea de explorarlo, pero también están temerosos de lo inesperado. En el bosque de la pubertad, se enfrentan a la incertidumbre de encontrar su identidad, su lugar en el mundo y a entender la complejidad emocional que los cambios corporales traen.
El papel del contacto físico en la seguridad emocional
Una maravillosa herramienta que podemos utilizar para transmitir seguridad emocional a nuestros hijos durante la pubertad es el contacto físico. ¿Recuerdas cuando eras niño, y un abrazo o una caricia de tu madre o padre te hacían sentir seguro y protegido? La piel tiene memoria. En el constante tsunami emocional de la pubertad, volver a ese contacto físico lleno de amor puede ser como un refugio en medio de la tormenta. Hacer sentir a tus hijos amados a través de caricias, abrazos y simples gestos de amor puede hacer la diferencia en cómo enfrenten esta etapa de transformación.
Conversación abierta y amorosa: la clave para una transición saludable
Una práctica errónea pero común es evadir las conversaciones sobre la pubertad. O, peor aún, abordarla con incomodidad, como si fuera un tema tabú. Los adolescentes necesitan información adecuada y completa para comprender lo que está pasando con ellos. Así como necesitan una brújula en el bosque de la adolescencia, necesitan luz en la oscuridad de la incertidumbre. Y tú, como madre, padre o cuidador, puedes ser esa luz. Habla abiertamente y con amor sobre los cambios que vendrán, normaliza la conversación y estarás sembrando semillas de seguridad en ellos.
Tu intención y tu amor, la esencia detrás de tus acciones
Nadie nació sabiéndolo todo. Todos somos humanos y cometemos errores. Habrán veces que, a pesar de tus mejores intenciones, tus palabras o acciones pueden no ser acertadas. Y está bien. Siempre y cuando te conduzcas con amor e intención en tu crianza, estarás haciendo un trabajo maravilloso. Anímate a seguir aprendiendo, sigue adelante y recuerda, siempre puedes acercarte a nosotros aquí en RUDI para obtener más apoyo y orientación.
La crianza durante la pubertad no es una tarea fácil, pero es una hermosa oportunidad para estrechar vínculos con tus hijos y acompañarlos en su camino de crecimiento. Y tú, ¿qué experiencias o técnicas has utilizado para acompañar a tu adolescente durante esta etapa? ¿Cómo has sembrado seguridad emocional en ellos? Te invitamos a reflexionar sobre estas preguntas y a seguir explorando y aprendiendo con nosotros.