¡Hola! Hoy queremos sumergirnos en un universo de maravillas y exploración: el del juego libre. ¿Recuerdas aquellos días de la infancia donde el único deber era jugar? ¿Cómo podrías pasar horas y horas soñando, creando, imitando y disfrutando? ¿Y si te dijera que ese aparentemente inocente juego infantil puede ser la semilla de nuestra vocación y misión en la vida?
El alma del juego y la vocación
En nuestra vida adulta, muchas veces nos exigimos rendir al máximo en el trabajo, en la crianza de nuestros hijos y en todas las áreas de nuestra existencia. Pero en esa hiperproductividad, tendemos a olvidar que, como seres humanos, necesitamos pausas para jugar y explorar libremente.
El juego libre es más que un mero pasatiempo. La pedagogía Waldorf nos enseña que puede ser un vehículo valioso para el autoconocimiento y la orientación hacia nuestras verdaderas pasiones. Del mismo modo, la medicina antroposófica resalta cómo el juego puede sanar y nutrir nuestra naturaleza interior.
Imagina por un momento que eres constructor/a de una metrópolis de bloques de madera. En medio del ensueño lúdico, ¿no descubres el enorme placer de ver surgir una ciudad de tus propias manos? O cuando te ves a ti mismo/a en la infancia jugando a ser médica/o, ¿no recordarías la satisfacción al 'curar' los muñecos? ¡Ah! Esa fue la primera llamada de tu vocación.
Juego imitativo: trabajo interior y aprendizaje
En los primeros años de vida, los niños y niñas aprenden a través de un juego muy especial: el juego imitativo. Al igual que los pequeños pájaros aprenden a volar observando a sus padres, las niñas y niños aprenden sobre el mundo y sobre ellos mismos a través del juego imitativo.
La pedagogía curativa recomienda acompañar y observar el juego imitativo de los niños y niñas, ya que nos ofrece una ventana al camino hacia su vocación y misión. ¿Qué le interesa a tu hijo/a? ¿Imagina ser un valiente caballero defendiendo a su reino, una atareada dueña de casa, un granjero, una doctora? Cada juego imitativo revela un profundo trabajo interno y aspiraciones que pueden convertirse en faro iluminando su camino de vida.
Orientar el juego: un espacio libre para la creatividad y la exploración
Para apoyar la vocación y misión que se revelan a través del juego, puedes seguir estas sencillas estrategias:
- Dedica tiempo al juego: En nuestra rutina diaria, a menudo llenamos a nuestros niños y niñas de tareas y responsabilidades. Reserva un tiempo específico para el juego libre, donde pueda explorar, imaginar y crear.
- Observa y acompaña: Participa de su juego y muestra interés en sus ideas. Acompañar el juego de tus hijos e hijas puede ayudarte a entender sus anhelos y abrir una vía de dialogo rica y profunda.
- Crea un ambiente propicio para el juego libre: un espacio seguro, con material que invite a la creatividad y a la imaginación. Puede ser tan sencillo como una habitación con juguetes no estructurados, como bloques de madera y muñecos simples.
No siempre es sencillo entender el valor profundo que el juego puede tener en nuestras vidas y en la de nuestros hijos e hijas. Muchas veces enfrentamos mitos y malentendidos, como que el juego no es importante, que es solo una distracción o una pérdida de tiempo. Sin embargo, el juego no solo ayuda a desarrollar habilidades vitales, sino que también puede ser una forma valiosa de autoconocimiento, experimentación y orientación hacia nuestra vocación y misión.
En Rudi, te invitamos a experimentar el poder del juego en tus vidas, y a que observes y aprendas del maravilloso mundo del juego de tus hijos e hijas. En este camino de comprensión y aprendizaje, Rudi está aquí para acompañarte y ayudarte. Juntos, podemos transformar el juego libre en un camino para encontrar un trabajo verdaderamente sentido. ¿Estás lista/o para embarcarte en este viaje?