Las emociones a los 3 años: guía para la autonomía emocional

¡Hola! Hoy en Rudi vamos a zambullirnos en un asunto fundamental en la vida de tus pequeños: el inicio de su autonomía emocional. ¿Has notado cómo a los tres años comienza a afirmar su 'no' con más firmeza, a decidir qué es lo que quiere y lo que no quiere hacer? Este es un indicio claro de que está adentrándose en un camino lleno de emoción y vitalidad llamado autonomía emocional.

Afrontando el gran cambio

Si bien puede ser un desafío tanto para el niño/a como para los padres o responsables afrontar esta nueva etapa, es importante recordar que este paso hacia la autonomía emocional es un proceso natural y necesario que fortalece su carácter y su identidad. Piénsalo como si estuviesen preparando juntos un sabroso guiso: hay que añadir los ingredientes adecuados, removerlos con paciencia y cariño, y respetar los tiempos de cocción para su completa maduración.

El poder del juego.

Una excelente estrategia para apoyar a tu pequeño/a en esta etapa es el juego simbólico. ¿Alguna vez te detuviste a observar cómo recrea situaciones de la vida real a través de sus juguetes, cómo vive emociones en ese espacio lúdico y seguro? Al igual que un pintor expresa sus sentimientos en su lienzo, el niño/a manifiesta sus emociones y descubre soluciones a sus conflictos de forma segura a través del juego.

Las emociones necesitan nombre

Además de su natural paso al terreno del juego simbólico, también es de gran ayuda entender y validar sus emociones, es decir, brindarle un lenguaje para nombrar lo que siente. Saber que lo que siente tiene un nombre, y que es normal sentirlo (alegría, enojo, tristeza), lo podrán ayudar a conocerse mejor y manejar de manera saludable sus emociones. Al igual que aprende a nombrar los objetos a su alrededor, aprender a nombrar sus emociones es un regalo que le durará toda la vida.

En la práctica

  • El límite es seguridad: Demuéstrale que, aunque tiene su espacio para la expresión de emociones, existen ciertos límites que buscan mantenerlo/a seguro y que deben ser respetados.
  • Espacio para la experimentación: Permítele resolver ciertos retos pequeños sin tu intervención: recoger sus juguetes, poner la mesa, vestirse solo/a. Esto fomentará su autoafirmación y autonomía.
  • Escucha y valida sus sentimientos: Escucha atentamente lo que tu hijo/a te cuente, sé su refugio y válida sus sentimientos: 'veo que estás feliz/enojado/triste'.

Es común como padres querer saltear todos los obstáculos por nuestros hijos/as, sin embargo, recuerda que el aprender a superar pequeños desafíos por sí mismos es fundamental para su desarrollo emocional y confianza en sus propias habilidades.

Ya estás haciendo un gran trabajo al buscar información para apoyar a tu pequeño/a en este emocionante camino. Cada niño/a es un mundo, y sus tiempos y necesidades son únicos. No te preocupes si notas dificultades, eso también es parte del aprendizaje.

Recuerda siempre: la meta no es evitar todos los obstáculos sino equipar a tu pequeño/a para que sepa cómo superarlos. Apartarse, observar y escuchar es igualmente importante que intervenir y guiar. Te invitamos a seguir explorando cómo puedes apoyar a tu hijo/a en su camino hacia la autonomía emocional en Rudi. Sigamos creciendo juntos.

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