Cada antiguo dicho que sostiene que los niños son como esponjas, absorbiendo cada detalle de su entorno, encuentra relevancia en una nueva faceta de la vida de tu hijo/a a los 4 años: la
Observar a un niño de dos años explorando su entorno es una experiencia maravillosa. Todas las sensaciones, colores, texturas y sonidos que experimenta son la base de su desarrollo cognitivo. Este mundo sensorial está alimentando su pensamiento,
Protégela como proteges el sueño de quien amas.
Diego P.