La escolarización consciente es un camino que comienza incluso antes del nacimiento, y tú, como madre, padre o cuidador, tienes la maravillosa oportunidad de influir en él. ¿Cómo? Sintonizando con el ritmo vital de tu futuro hijo/a desde su etapa en el útero. Aunque suene sorprendente, esta práctica tiene el potencial de preparar a tu pequeño/a para un aprendizaje más equilibrado y satisfactorio cuando llegue el tiempo de escolarización.
Desarrollo físico a los 1 año: Logrando la postura erguida y primeros pasos
¿Recuerdas el momento cuando miraste por primera vez a tu hijo/a en un ultrasonido durante el embarazo? Aquella semilla de emoción y amor que sembraste en tu corazón en aquel instante, se llama 'confianza prenatal' y tiene una relevancia crucial para el desarrollo futuro de tu hijo/a. Esta es la primera piedra en la construcción de su carácter y su forma de afrontar la vida, en particular, durante la conocida crisis del Rubicon que ocurre alrededor de los 9 años. En este artículo, vamos a analizar cómo esa confianza prenatal puede ser la clave para ayudar a nuestros hijos a superar esas crisis que se presentan en su crecimiento.
Felicidades, estás embarazada! Cada movimiento que sientes, cada transformación en tu cuerpo, cada emoción que atraviesas, todo contribuye a construir un hermoso vínculo, el primer lazo de una cadena que representa la unión entre tú y tu futuro hijo o hija. Pero, ¿has considerado ampliar esa cadena conectándote con tu comunidad? ¿Sabías que el vínculo que se crea durante tu embarazo puede mejorar no solo tu experiencia como madre, sino también fortalecer tu entorno más inmediato?
Iniciar el viaje de la maternidad, desde esos primeros momentos del embarazo, es una experiencia indescriptible que se enriquece a través de los vínculos. Pero, ¿qué tipo de vínculos estamos hablando? Nos referimos a esa especial conexión que, aún en su etapa prenatal, puedes comenzar a experimentar con tu bebé, pero también a esa íntima relación que desarrollas contigo misma y tu propia interioridad.
¿Has experimentado alguna vez la sensación de algo que trasciende tu cuerpo físico y tu personalidad, algo que te guía a través de la vida y te asemeja a un faro luminoso en medio de un océano de experiencias? Esa esencia es lo que llamamos 'yo'. Muchas personas suelen confundir al 'yo' con nuestra personalidad, pero en realidad, es un elemento que va más allá, determinando nuestro destino y dejando un sello único en nuestra existencia.
¿Has sentido alguna vez la maravilla de una vida latente dentro de ti en las primeras etapas del embarazo? ¿Sabías que esta pequeña y nueva vida es más perceptiva de lo que puedes imaginar y que puedes comunicarte con ella desde ya? No, no estamos hablando de lindas pataditas en tu pancita, sino de algo muchísimo más profundo: la capacidad de tu bebé para desarrollar valores como la moral y la empatía desde el mismísimo útero.
Si estás leyendo estas líneas es probable que estés experimentando uno de los periodos más intensos y hermosos de la vida: la etapa de gestación. Más allá de los cambios físicos, es muy probable que sientas una increíble conexión con el ser que estás esperando. Esta íntima conexión puede expresarse en un torrente de emociones, sueños e impresiones espirituales que puedes estar luchando por entender. No te apures, estás en el camino correcto. Hoy, queremos acompañarte y te invitamos a sumergirte en el maravilloso mundo de la espiritualidad y trascendencia en el embarazo.
Llevar una nueva vida en tu vientre es una experiencia cautivadora y llena de emociones; es un camino de descubrimiento personal y, a la vez, un período de intensos cambios físicos y emocionales. En medio de este torbellino de vivencias, puedes sentir esa añoranza de compartir, de convivir con pares, de sentirte acogida y comprendida en tu proceso. Aquí te contaremos por qué esa sensación de convivencia y pertenencia durante el embarazo es tan importante y cómo puedes cultivarla.
En el desafiante viaje de criar a un adolescente, nos enfrentamos a la necesidad de ayudarles a desarrollar su juicio y pensamiento crítico. Así como preparas el suelo cuidadosamente para cultivar una planta fuerte y saludable, es nuestra labor como padres y madres, nutrir las condiciones necesarias para que germinen estas habilidades esenciales en nuestros hijos e hijas durante su adolescencia.